La Junta de Castilla y León ha distribuido una serie de recomendaciones para evitar que llegue a la cadena alimentaria de los humanos el veneno usado para erradicar la plaga de topillos que afecta a la Comunidad, la clorofacinona, por lo que ha aconsejado no consumir las piezas cazadas en la media veda.
"No siendo posible garantizar con absoluta seguridad" que el producto que comenzará a distribuirse con mayor profusión a partir del próximo lunes en el campo de Castilla y León "sea ingerido por aves o por otros animales que puedan ser consumidos por las personas" la Junta ha optado por primar la "precaución", a pesar de que existe una "baja posibilidad" de que pueda causar problemas de salud por su ingesta.
Así lo argumentó ayer en consejero de Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, quien explicó en rueda de prensa que deberán tomar "especial precaución" aquellas personas que padezcan enfermedades relacionadas con la coagulación de la sangre o que estén sometidas a alguna medicación basada en principios anticoagulantes, como el Sinfrón, la Aspirina e indometacinas, entre otros productos.
Esta alerta se debe a que la clorofacinona que se utilizará para intentar acabar con los topillos tiene principios activos que provocan efectos anticoagulantes, aunque el responsable de la Junta subrayó en que la ingesta del veneno autorizado en pequeñas dosis no debe causar reacciones graves.
No obstante, De Santiago-Juárez añadió que "en temas de salud hay que prevenir siempre", por lo que precisó que se acentuará la inspección en restaurantes y comercios minoristas para evitar que animales contaminados por la clorofacinona sean dispensados a sus clientes en ellos.
El portavoz aclaró que la prohibición de comercializar con las piezas cobradas por los cazadores no está motivada por la plaga de topillos, sino que rige ordinariamente desde hace años.
La misión de los Servicios Veterinarios Oficiales dependientes de la Junta de Castilla y León será la de intensificar el control sobre estos establecimientos "con el fin de verificar el origen de las posibles piezas de caza que se estén poniendo a disposición de los consumidores para garantizar que no proceden del suministro o cesión directa por parte de cazadores".
Otra de las recomendaciones dictadas por la Administración autonómica se dirige a las personas que manipulan la clorofacinona para distribuirla en el campo, sobre todo los agricultores que colaboran con la Junta para intentar erradicar la plaga.
En este sentido, el documento distribuido habla de "evitar el contacto del producto con la piel y su ingestión", de mantener la clorofacinona almacenada en "armarios bajo llave, fuera del alcance de los niños y lejos de alimentos, bebidas y piensos".
Recomienda también que se cuide la higiene corporal de aquellas zonas que pudieran haber entrado en contacto con la clorofacinona y la utilización de indumentaria y guantes de protección adecuados para su manipulación. La Junta también se dirige en este punto a las personas que padezcan enfermedades.
Luis Ciria considera que esta recomendación es una "prohibición encubierta" de la media veda
El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, el soriano Luis Ciria, calificó ayer de "prohibición encubierta" de la media veda la recomendación de la Junta de no consumir las piezas que se abatan en este periodo que se abrió el pasado miércoles. El uso de veneno contra la plaga de topillos es uno de los motivos que ha provocado esta situación.
Ciria, que acudirá el próximo lunes a la sede de la Junta de Castilla y León en Valladolid para estudiar la recomendación, avanzó en declaraciones a Efe que está "dispuesto a exigir responsabilidades por los daños que se pueden ocasionar con esta recomendación". La Federación de Caza de Castilla y León cree que la Junta, "cuyo cometido es la defensa de la naturaleza", sabe que el campo "está envenenado y toda la fauna puede tener acceso al veneno".
En su opinión, la Consejería de Medio Ambiente reconoce en su web, dentro de www.jcyl.es, que "se está envenenando el campo en todo su territorio", por lo que no entienden que la Administración no vede la caza en toda la región, incluidas las reservas.
Sobre las recomendaciones de la Junta para la caza en la media veda, en las que se aconseja poner bozal a los perros para prevenir posibles envenenamientos, la federación de caza consideró que "cualquier lego en la materia sabe que sacar un perro a cazar con bozal, a parte de ser una tortura para el animal porque no transpira, no es de ninguna utilidad porque no puede cobrar".
En cuanto a los venenos, manifestaron que en Palencia la Junta cerró "varios cotos de caza por el hallazgo de especies envenenadas", hecho "sin fundamento" a su entender, ya se ampararon "en que esta medida es necesaria para recuperar la fauna", cuando en realidad "es simplemente una sanción encubierta contra el coto", afirmaron. El veneno encontrado en el campo es en el 90 por ciento de los casos de origen agrícola y se utiliza, según la Federación, "muchas veces sin control para solucionar problemas en cultivos, como el Aldicarb, insecticida que aún se utiliza en la práctica y que es letal".
Además, recordaron que desde el propio organismo regional de caza se pidió "muchas veces" que se controlaran y se recogieran estos productos fitosanitarios, ya que se tenencia está dando lugar "a malos usos". Por otro lado, las medidas que la Junta esta adoptando "no van a solucionar nada, "quemar una parcela o limpiar una cuneta es "enviar a los topillos hacia el regadío".
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